¿Por qué Nissan estudia a las abejas y a los peces? Ingenieros de la firma japonesa trasladan comportamientos animales a un grupo de robots, con la mira puesta en la reducción de accidentes viales. Todos los detalles en esta nota. FOTOGALERÍA ''Uno de los objetivos de largo plazo es alcanzar el nivel cero de muertes y heridos graves en los vehículos'', afirmó Nissan en un comunicado. Con la mira puesta en este horizonte, la firma con sede central en Yokohama, Japón, dio a conocer a EPORO, un robot que emula habilidades y movimientos presentes en el reino animal, procurando trasladar estos conocimientos al desarrollo automotriz y robustecer la seguridad al volante. Según afirma Toru Futami, ingeniero de la compañía, el estudio del funcionamiento grupal de los animales ayuda a comprender de qué forma los vehículos pueden interactuar uno con el otro, para una más segura y eficiente experiencia de conducción. En específico, los investigadores de Nissan centraron su mirada en los peces y las abejas para sentar las bases de funcionamiento de EPORO. De los primeros tomaron la dinámica grupal de los cardúmenes los cuales avanzan en multitudes sin necesidad de líneas ni señales; y de los mencionados insectos estudiaron su capacidad visual compuesta, que cuenta con un radio de más de 300 grados. De este modo, la plantilla de seis robots incorpora tecnología LFR, un avanzado láser capaz de detectar la posición de otros objetos y actuar en consecuencia, evitando colisiones con eficiencia. Planean que estos avances tomados de la madre naturaleza y puestos en EPORO, sean luego aplicados al desarrollo de automóviles. El objetivo es que los vehículos adopten la inteligencia de los animales: ¿acaso en alguna ocasión has visto a un pez chocar con otro?
¿Por qué Nissan estudia a las abejas y a los peces?
Ingenieros de la firma japonesa trasladan
comportamientos animales a un grupo de robots, con la mira puesta en la
reducción de accidentes viales. Todos los detalles en esta nota.
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Según afirma Toru Futami, ingeniero de la compañía, el estudio del funcionamiento grupal de los animales ayuda a comprender de qué forma los vehículos pueden interactuar uno con el otro, para una más segura y eficiente experiencia de conducción.
En específico, los investigadores de Nissan centraron su mirada en los peces y las abejas para sentar las bases de funcionamiento de EPORO. De los primeros tomaron la dinámica grupal de los cardúmenes los cuales avanzan en multitudes sin necesidad de líneas ni señales; y de los mencionados insectos estudiaron su capacidad visual compuesta, que cuenta con un radio de más de 300 grados. De este modo, la plantilla de seis robots incorpora tecnología LFR, un avanzado láser capaz de detectar la posición de otros objetos y actuar en consecuencia, evitando colisiones con eficiencia.
Planean que estos avances tomados de la madre naturaleza y puestos en EPORO, sean luego aplicados al desarrollo de automóviles. El objetivo es que los vehículos adopten la inteligencia de los animales: ¿acaso en alguna ocasión has visto a un pez chocar con otro?
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