EE UU hará públicas hoy las pruebas que sustentan un ataque contra Siria La Administración asegura que tiene evidencias el uso de armas químicas por el Gobierno sirio, frente a quienes dudan de la fiabilidad de los indicios EVA SAIZ Washington 30 AGO 2013 - 16:54 CET263 Archivado en: Guerra Siria Bachar el Asad John Kerry Barack Obama Siria Primavera árabe Guerra civil Guerra Revoluciones Oriente próximo Conflictos políticos Estados Unidos Asia Conflictos Partidos políticos Norteamérica Política América Relaciones exteriores El secretario de Estado de EE UU, John Kerry. / CHIP SOMODEVILLA (AFP) Recomendar en Facebook101 Twittear248 Enviar a LinkedIn1 Enviar a TuentiEnviar a MenéameEnviar a Eskup Enviar Imprimir Guardar El secretario de Estado de EE UU, John Kerry, ha dado a conocer este viernes las pruebas que evidencian la responsabilidad del régimen de Bachar el Asad en el ataque con armas químicas contra civiles del 21 de agosto en Damasco. En su intervención, el jefe de la Diplomacia estadounidense ha sido tajante al asegurar que disponen de evidencias que demuestran que la agresión se preparó varios días antes de que tuviera lugar y una conversación telefónica entre funcionarios del Gobierno sirio que confirman que que la ofensiva provino de allí. "No les voy a pedir que crean en mis palabras, sólo quiero que ustedes mismos lean el veredicto al que han llegado nuestros servicios de inteligencia", ha comenzado Kerry. "Sabemos que tres días antes del ataque, el personal que trabaja con las armas químicas estaba sobre la zona desde la que se dispararon los misiles haciendo preparativos. Sabemos que a los miembros del régimen se les proveyó de máscaras antigas por orden del propio Gobierno", ha asegurado el secretario de Estado en el que ha sido el comienzo de una enumeración de hechos, que él considera constatados, y que han incluido la alusión a una llamada de un funcionario del régimen de Asad, tras el ataque, reconociendo que el Gobierno estaba detrás de la agresión y su preocupación ante una investigación por parte de los inspectores de Naciones Unidas. Kerry también ha confirmado que en el ataque del 21 de agosto fueron asesinados 1.429 civiles incluidos 426 niños. "Esto es lo que Asad le ha hecho a su pueblo", se ha lamentado el secretario. No todas las pruebas que sustentan las afirmaciones de Kerry van a ser accesible al público. El antiguo senador ha señalado que la información privilegiada únicamente se dará a conocer a los miembros del Congreso. Los funcionarios de la Administración que han explicado el contenido de la documentación tras la comparecencia de Kery, han reconocido que no existe una prueba concluyente que involucre el ataque de la semana pasada con una orden directa del presidente sirio, pero tienen la absoluta certeza de que la autorización de la ofensiva provino de la cúpula de su Gobierno. "Él es el último responsable de las decisiones que adopta su Administración", han señalado. Entre la información que se ha presentado, además de la alusión a la llamada telefónica del funcionario sirio, también se han incluido mapas con las áreas que domina el Gobierno, aquéllas en las que son fuertes los rebeldes y las afectadas por los ataques. La Administración ha tratado estos días de desvincular el caso de Siria del de hace una década en Irak y este viernes Kerry ha insistido en ello. "Cualquier decisión que se tome no se parecerá en absoluto a lo que sucedió en Afganistán, Irák e incluso Libia", ha dicho. "Sabemos que, después de una década de conflictos, el pueblo americano está cansado de guerras. Créanme yo también, pero la fatiga no nos absuelve de nuestra responsabilidad", ha advertido. El secretario de Estado no ha confirmado cuándo ni para qué tipo de ataque se prepara EE UU. "Cualquier acción será limitada y con el único fin de asegurarnos de que el uso de armas químicas no queda impune", ha señalado. En su alocución, Kerry ha apelado a la seguridad nacional y global y los principios de justicia universal y el bagaje y la identidad nacional de EE UU para justificar la legitimidad de una respuesta militar. "Esto nos importa porque se trata de un crimen contra la conciencia, de un crimen contra la humanidad, de un crimen contra los principios más básicos y fundamentales de la comunidad internacional", ha señalado el presidente. "Esto tiene que ver con lo que somos. Somos los EE UU, somos un país que ha tratado, aunque no siempre con éxito, honrar una serie de valores universales sobre los que hemos erigido nuestras vidas y aspiraciones". Kerry se ha despedido dejando claro que, pese a la intervención militar -que debería ser liderada por la ONU pero que el veto de Rusia hace imposible-, EE UU aún confía una solución diplomática para la guerra en Siria. "Sabemos que la solución no debe ser armada, sino política".

EE UU hará públicas hoy las pruebas que sustentan un ataque contra Siria

La Administración asegura que tiene evidencias el uso de armas químicas por el Gobierno sirio, frente a quienes dudan de la fiabilidad de los indicios

El secretario de Estado de EE UU, John Kerry. / CHIP SOMODEVILLA (AFP)
El secretario de Estado de EE UU, John Kerry, ha dado a conocer este viernes las pruebas que evidencian la responsabilidad del régimen de Bachar el Asad en el ataque con armas químicas contra civiles del 21 de agosto en Damasco. En su intervención, el jefe de la Diplomacia estadounidense ha sido tajante al asegurar que disponen de evidencias que demuestran que la agresión se preparó varios días antes de que tuviera lugar y una conversación telefónica entre funcionarios del Gobierno sirio que confirman que que la ofensiva provino de allí.
"No les voy a pedir que crean en mis palabras, sólo quiero que ustedes mismos lean el veredicto al que han llegado nuestros servicios de inteligencia", ha comenzado Kerry. "Sabemos que tres días antes del ataque, el personal que trabaja con las armas químicas estaba sobre la zona desde la que se dispararon los misiles haciendo preparativos. Sabemos que a los miembros del régimen se les proveyó de máscaras antigas por orden del propio Gobierno", ha asegurado el secretario de Estado en el que ha sido el comienzo de una enumeración de hechos, que él considera constatados, y que han incluido la alusión a una llamada de un funcionario del régimen de Asad, tras el ataque, reconociendo que el Gobierno estaba detrás de la agresión y su preocupación ante una investigación por parte de los inspectores de Naciones Unidas.
Kerry también ha confirmado que en el ataque del 21 de agosto fueron asesinados 1.429 civiles incluidos 426 niños. "Esto es lo que Asad le ha hecho a su pueblo", se ha lamentado el secretario. No todas las pruebas que sustentan las afirmaciones de Kerry van a ser accesible al público. El antiguo senador ha señalado que la información privilegiada únicamente se dará a conocer a los miembros del Congreso.
Los funcionarios de la Administración que han explicado el contenido de la documentación tras la comparecencia de Kery, han reconocido que no existe una prueba concluyente que involucre el ataque de la semana pasada con una orden directa del presidente sirio, pero tienen la absoluta certeza de que la autorización de la ofensiva provino de la cúpula de su Gobierno. "Él es el último responsable de las decisiones que adopta su Administración", han señalado.
Entre la información que se ha presentado, además de la alusión a la llamada telefónica del funcionario sirio, también se han incluido mapas con las áreas que domina el Gobierno, aquéllas en las que son fuertes los rebeldes y las afectadas por los ataques.
La Administración ha tratado estos días de desvincular el caso de Siria del de hace una década en Irak y este viernes Kerry ha insistido en ello. "Cualquier decisión que se tome no se parecerá en absoluto a lo que sucedió en Afganistán, Irák e incluso Libia", ha dicho. "Sabemos que, después de una década de conflictos, el pueblo americano está cansado de guerras. Créanme yo también, pero la fatiga no nos absuelve de nuestra responsabilidad", ha advertido.
El secretario de Estado no ha confirmado cuándo ni para qué tipo de ataque se prepara EE UU. "Cualquier acción será limitada y con el único fin de asegurarnos de que el uso de armas químicas no queda impune", ha señalado. En su alocución, Kerry ha apelado a la seguridad nacional y global y los principios de justicia universal y el bagaje y la identidad nacional de EE UU para justificar la legitimidad de una respuesta militar. "Esto nos importa porque se trata de un crimen contra la conciencia, de un crimen contra la humanidad, de un crimen contra los principios más básicos y fundamentales de la comunidad internacional", ha señalado el presidente. "Esto tiene que ver con lo que somos. Somos los EE UU, somos un país que ha tratado, aunque no siempre con éxito, honrar una serie de valores universales sobre los que hemos erigido nuestras vidas y aspiraciones".
Kerry se ha despedido dejando claro que, pese a la intervención militar -que debería ser liderada por la ONU pero que el veto de Rusia hace imposible-, EE UU aún confía una solución diplomática para la guerra en Siria. "Sabemos que la solución no debe ser armada, sino política".

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