La ONU confirma “inequívocamente” que se usaron armas químicas en Siria La Secretaría General recibe el informe de los inspectores enviados a Damasco No establece la autoría de los ataques, que EE UU atribuye al régimen David Alandete Jerusalén 16 SEP 2013 - 17:54 CET82 Archivado en: Guerra Siria Bachar el Asad Primavera árabe Guerra civil Siria Guerra Revoluciones Oriente próximo Conflictos políticos Asia Conflictos Partidos políticos Política Ban Ki Moon recibe el informe de los inspectores de la ONU. / HANDOUT (Reuters) Recomendar en Facebook 93 Twittear 283 Enviar a LinkedIn 0 Enviar a Tuenti Enviar a Menéame Enviar a Eskup Enviar Imprimir Guardar La Organización de Naciones Unidas dispone de pruebas “claras y convincentes” de que el 21 de agosto se emplearon cohetes en un ataque en los suburbios de Damasco para diseminar gas sarín, un agente nervioso que según Estados Unidos provocó la muerte de 1.429 personas. Los inspectores enviados por la Secretaría General de la ONU a Siria presentaron este lunes su informe, en el que aseguran que al menos un 85% de las muestras de sangre tomadas dieron positivo en la prueba de detección de sarín en laboratorio. La misión de esos investigadores no era determinar quién es el autor del ataque, aunque el Secretario General, Ban Ki Moon, dijo este lunes que en Siria “se han cometido crímenes de guerra” y que la comunidad internacional “es responsable de que los responsables rindan cuentas”. La Casa Blanca anunció el 30 de agosto que había llegado a la conclusión de que era el régimen de Bachar el Asad el que había utilizado sarín en los ataques contra Ghuta, a las afueras de Damasco. Las razones para aquella conclusión eran las mismas que ahora maneja la ONU en su informe: se emplearon cohetes de artillería, cargados con armas químicas de las que el régimen dispone en abundancia, contra zonas controladas por rebeldes. Según los inspectores de la ONU, “se han empleado armas químicas en el actual conflicto entre partes de la República Árabe Siria, también contra civiles, incluidos niños, a una escala relativamente grande”. En sus pesquisas encontraron sarín en los restos de los cohetes, en el suelo donde estos cayeron y en la sangre y orina de los pacientes. “El informe de la ONU apoya las conclusiones que todo el mundo conoce, que el régimen de Asad empleó armas químicas contra civiles”, dijo en conferencia de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. “Este informe llega justo cuando EE UU está logrando un amplio avance para lograr la destrucción de armas químicas en Siria gracias a la amenaza el uso de la fuerza”, añadió. Según opinó este lunes el ministro de Exteriores de Francia, Laurent Fabius, en una entrevista con la radio RTL, “la cantidad de gases venenosos, la complejidad de su mezcla además de la naturaleza y trayectoria de los cohetes no dejan ninguna duda sobre cuál es el origen del ataque", apuntando de ese modo a El Asad. Los analistas habían llegado a Damasco el 18 de agosto, tras meses de demora impuesta por el régimen, para investigar otros supuestos casos de uso de agentes nerviosos. Tres días después se produjo el ataque en Ghuta, con cientos de fallecidos y miles de heridos, por lo que la Secretaría General de la ONU les pidió que se centraran solo en aquella zona. El gobierno y los rebeldes se concedieron cinco horas diarias de tregua entre el 26 y el 29 de agosto, aunque el primer día de trabajo de los inspectores su convoy fue atacado, sin heridos, por francotiradores. En agosto el presidente norteamericano, Barack Obama, tomó la decisión de atacar objetivos militares del régimen sirio por haber traspasado una línea roja, la del uso de armas químicas, que él mismo había marcado en 2012. Sin embargo, en la pasada semana ha cedido ante la mediación diplomática de Rusia, que ha logrado que El Asad acepte entregar sus arsenales químicos antes de mediados de 2014, para evitar aquel ataque. Damasco mantiene que no ha usado gas sarín, del que dispone a toneladas, y acusa a los rebeldes de atacarse en sus propias posiciones para llamar la atención de Occidente. “Los resultados son apabullantes e indisputables. Los hechos hablan por sí mismos”, dijo este lunes Ban al presentarle el informe al Consejo de Seguridad de la ONU. “La misión de la ONU ha confirmado ahora, de forma inequívoca y objetiva, que se han usado armas químicas en Siria”, añadió. Además, recordó que “la comunidad internacional, incluida la ONU, no debe permanecer ciega a los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad que se cometen con armas convencionales. Esas violaciones no pueden quedar impunes tampoco”. Las gestiones de EE UU y Rusia no afectan a los arsenales convencionales del régimen, que tradicionalmente ha comprado numeroso armamento a Moscú, como los misiles que emplea habitualmente para atacar zonas civiles controladas por los rebeldes en provincias como Alepo o Homs. Cada mes mueren en Siria 5.000 personas, según una estimación de la propia ONU. Los inspectores no han acabado con este informe su misión. Deben volver a investigar otros casos en los que los rebeldes y el régimen se acusan de haber empleado armas químicas. Por su parte, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que indaga por separado sobre crímenes contra la humanidad en Siria, reveló este lunes que investiga un total de 14 ataques en los que se pudo haber empleado agentes nerviosos como el sarín. En un paso más en la extensión del conflicto sirio a los países vecinos, este lunes las fuerzas armadas turcas derribaron con un misil un helicóptero MI-17 sirio que penetró dos kilómetros en su espacio aéreo, en la provincia de Hatay. Ankara dijo que informaría del incidente al Consejo de Seguridad de la ONU.
La ONU confirma “inequívocamente” que se usaron armas químicas en Siria
La Secretaría General recibe el informe de los inspectores enviados a Damasco
No establece la autoría de los ataques, que EE UU atribuye al régimen
David Alandete
Jerusalén
16 SEP 2013 - 17:54 CET82
La Organización de Naciones Unidas dispone de pruebas “claras y
convincentes” de que el 21 de agosto se emplearon cohetes en un ataque en los suburbios de Damasco
para diseminar gas sarín, un agente nervioso que según Estados Unidos
provocó la muerte de 1.429 personas. Los inspectores enviados por la
Secretaría General de la ONU a Siria presentaron este lunes su informe,
en el que aseguran que al menos un 85% de las muestras de sangre tomadas
dieron positivo en la prueba de detección de sarín en laboratorio. La
misión de esos investigadores no era determinar quién es el autor del
ataque, aunque el Secretario General, Ban Ki Moon, dijo este lunes que
en Siria “se han cometido crímenes de guerra” y que la comunidad internacional “es responsable de que los responsables rindan cuentas”.
La Casa Blanca anunció el 30 de agosto que había llegado a la conclusión de que era el régimen de Bachar el Asad el que había utilizado sarín en los ataques contra Ghuta, a las afueras de Damasco. Las razones para aquella conclusión eran las mismas que ahora maneja la ONU en su informe: se emplearon cohetes de artillería, cargados con armas químicas de las que el régimen dispone en abundancia, contra zonas controladas por rebeldes. Según los inspectores de la ONU, “se han empleado armas químicas en el actual conflicto entre partes de la República Árabe Siria, también contra civiles, incluidos niños, a una escala relativamente grande”. En sus pesquisas encontraron sarín en los restos de los cohetes, en el suelo donde estos cayeron y en la sangre y orina de los pacientes.
“El informe de la ONU apoya las conclusiones que todo el mundo conoce, que el régimen de Asad empleó armas químicas contra civiles”, dijo en conferencia de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. “Este informe llega justo cuando EE UU está logrando un amplio avance para lograr la destrucción de armas químicas en Siria gracias a la amenaza el uso de la fuerza”, añadió.
Según opinó este lunes el ministro de Exteriores de Francia, Laurent Fabius, en una entrevista con la radio RTL, “la cantidad de gases venenosos, la complejidad de su mezcla además de la naturaleza y trayectoria de los cohetes no dejan ninguna duda sobre cuál es el origen del ataque", apuntando de ese modo a El Asad.
Los analistas habían llegado a Damasco el 18 de agosto, tras meses de demora impuesta por el régimen, para investigar otros supuestos casos de uso de agentes nerviosos. Tres días después se produjo el ataque en Ghuta, con cientos de fallecidos y miles de heridos, por lo que la Secretaría General de la ONU les pidió que se centraran solo en aquella zona. El gobierno y los rebeldes se concedieron cinco horas diarias de tregua entre el 26 y el 29 de agosto, aunque el primer día de trabajo de los inspectores su convoy fue atacado, sin heridos, por francotiradores.
En agosto el presidente norteamericano, Barack Obama, tomó la decisión de atacar objetivos militares del régimen sirio por haber traspasado una línea roja, la del uso de armas químicas, que él mismo había marcado en 2012. Sin embargo, en la pasada semana ha cedido ante la mediación diplomática de Rusia, que ha logrado que El Asad acepte entregar sus arsenales químicos antes de mediados de 2014, para evitar aquel ataque. Damasco mantiene que no ha usado gas sarín, del que dispone a toneladas, y acusa a los rebeldes de atacarse en sus propias posiciones para llamar la atención de Occidente.
“Los resultados son apabullantes e indisputables. Los hechos hablan por sí mismos”, dijo este lunes Ban al presentarle el informe al Consejo de Seguridad de la ONU. “La misión de la ONU ha confirmado ahora, de forma inequívoca y objetiva, que se han usado armas químicas en Siria”, añadió. Además, recordó que “la comunidad internacional, incluida la ONU, no debe permanecer ciega a los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad que se cometen con armas convencionales. Esas violaciones no pueden quedar impunes tampoco”.
Las gestiones de EE UU y Rusia no afectan a los arsenales convencionales del régimen, que tradicionalmente ha comprado numeroso armamento a Moscú, como los misiles que emplea habitualmente para atacar zonas civiles controladas por los rebeldes en provincias como Alepo o Homs. Cada mes mueren en Siria 5.000 personas, según una estimación de la propia ONU.
Los inspectores no han acabado con este informe su misión. Deben volver a investigar otros casos en los que los rebeldes y el régimen se acusan de haber empleado armas químicas. Por su parte, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que indaga por separado sobre crímenes contra la humanidad en Siria, reveló este lunes que investiga un total de 14 ataques en los que se pudo haber empleado agentes nerviosos como el sarín.
En un paso más en la extensión del conflicto sirio a los países vecinos, este lunes las fuerzas armadas turcas derribaron con un misil un helicóptero MI-17 sirio que penetró dos kilómetros en su espacio aéreo, en la provincia de Hatay. Ankara dijo que informaría del incidente al Consejo de Seguridad de la ONU.
La Casa Blanca anunció el 30 de agosto que había llegado a la conclusión de que era el régimen de Bachar el Asad el que había utilizado sarín en los ataques contra Ghuta, a las afueras de Damasco. Las razones para aquella conclusión eran las mismas que ahora maneja la ONU en su informe: se emplearon cohetes de artillería, cargados con armas químicas de las que el régimen dispone en abundancia, contra zonas controladas por rebeldes. Según los inspectores de la ONU, “se han empleado armas químicas en el actual conflicto entre partes de la República Árabe Siria, también contra civiles, incluidos niños, a una escala relativamente grande”. En sus pesquisas encontraron sarín en los restos de los cohetes, en el suelo donde estos cayeron y en la sangre y orina de los pacientes.
“El informe de la ONU apoya las conclusiones que todo el mundo conoce, que el régimen de Asad empleó armas químicas contra civiles”, dijo en conferencia de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. “Este informe llega justo cuando EE UU está logrando un amplio avance para lograr la destrucción de armas químicas en Siria gracias a la amenaza el uso de la fuerza”, añadió.
Según opinó este lunes el ministro de Exteriores de Francia, Laurent Fabius, en una entrevista con la radio RTL, “la cantidad de gases venenosos, la complejidad de su mezcla además de la naturaleza y trayectoria de los cohetes no dejan ninguna duda sobre cuál es el origen del ataque", apuntando de ese modo a El Asad.
Los analistas habían llegado a Damasco el 18 de agosto, tras meses de demora impuesta por el régimen, para investigar otros supuestos casos de uso de agentes nerviosos. Tres días después se produjo el ataque en Ghuta, con cientos de fallecidos y miles de heridos, por lo que la Secretaría General de la ONU les pidió que se centraran solo en aquella zona. El gobierno y los rebeldes se concedieron cinco horas diarias de tregua entre el 26 y el 29 de agosto, aunque el primer día de trabajo de los inspectores su convoy fue atacado, sin heridos, por francotiradores.
En agosto el presidente norteamericano, Barack Obama, tomó la decisión de atacar objetivos militares del régimen sirio por haber traspasado una línea roja, la del uso de armas químicas, que él mismo había marcado en 2012. Sin embargo, en la pasada semana ha cedido ante la mediación diplomática de Rusia, que ha logrado que El Asad acepte entregar sus arsenales químicos antes de mediados de 2014, para evitar aquel ataque. Damasco mantiene que no ha usado gas sarín, del que dispone a toneladas, y acusa a los rebeldes de atacarse en sus propias posiciones para llamar la atención de Occidente.
“Los resultados son apabullantes e indisputables. Los hechos hablan por sí mismos”, dijo este lunes Ban al presentarle el informe al Consejo de Seguridad de la ONU. “La misión de la ONU ha confirmado ahora, de forma inequívoca y objetiva, que se han usado armas químicas en Siria”, añadió. Además, recordó que “la comunidad internacional, incluida la ONU, no debe permanecer ciega a los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad que se cometen con armas convencionales. Esas violaciones no pueden quedar impunes tampoco”.
Las gestiones de EE UU y Rusia no afectan a los arsenales convencionales del régimen, que tradicionalmente ha comprado numeroso armamento a Moscú, como los misiles que emplea habitualmente para atacar zonas civiles controladas por los rebeldes en provincias como Alepo o Homs. Cada mes mueren en Siria 5.000 personas, según una estimación de la propia ONU.
Los inspectores no han acabado con este informe su misión. Deben volver a investigar otros casos en los que los rebeldes y el régimen se acusan de haber empleado armas químicas. Por su parte, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que indaga por separado sobre crímenes contra la humanidad en Siria, reveló este lunes que investiga un total de 14 ataques en los que se pudo haber empleado agentes nerviosos como el sarín.
En un paso más en la extensión del conflicto sirio a los países vecinos, este lunes las fuerzas armadas turcas derribaron con un misil un helicóptero MI-17 sirio que penetró dos kilómetros en su espacio aéreo, en la provincia de Hatay. Ankara dijo que informaría del incidente al Consejo de Seguridad de la ONU.
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