En Microsoft, pocos esperan un cambio radical 06:26PM - Redacción: THE WALL STREET JOURNAL AMERICAS La empresa indicó que Ballmer se retirará en el transcurso del próximo año. Steve Ballmer anunció la semana pasada que dejará el mando de Microsoft. Steve Ballmer anunció la semana pasada que dejará el mando de Microsoft. El planeado retiro del presidente ejecutivo de Microsoft Corp., Steve Ballmer, ha puesto la atención sobre los miembros de la junta directiva, que tienen la tarea de elegir a su sucesor. Pero sus antecedentes y decisiones hasta ahora sugieren que el directorio tiene poca inclinación a seleccionar un jefe que realmente transforme la empresa. “A juzgar por la conformación de la junta y al presidente ejecutivo al que se han acostumbrado, las probabilidades de que escojan a alguien que se salga del molde son bajas”, dice Jeffrey F. Rayport, un experimentado estratega digital y asesor sénior de la firma de private equity Castanea Partners Inc., que no tiene acciones de Microsoft. Los nueve miembros del directorio tienen más experiencia en gestión que en tecnologías de última generación, como aparatos móviles, software en línea y redes sociales. El directorio incluye a dos ex ejecutivos bancarios, un experimentado líder del sector automotor, un veterano inversionista de capital de riesgo y un ejecutivo que pasó 29 años en International Business Machines Corp. Ningún miembro de la junta tiene menos de 56 años. Personas familiarizadas con el directorio señalan que no se inclina necesariamente por un líder de estilo visionario más que por un experto en operaciones. Los directores son conscientes de que el próximo presidente ejecutivo debe poder manejar una empresa de 100.000 empleados con una mezcla de negocios más amplia que la de la mayoría de las compañías de tecnología, indicó una de las fuentes. Los miembros esperan seleccionar un presidente ejecutivo dentro de cuatro a seis meses. La empresa indicó que Ballmer se retirará en el transcurso del próximo año, o cuando la junta escoja a su sucesor. Personas familiarizadas con Microsoft también dicen que la junta está dominada por Bill Gates, cofundador de la empresa, presidente del directorio y ex presidente ejecutivo. Su presencia imponente y la experiencia limitada de los directores en las fuerzas tecnológicas que afectan a la compañía muestran cuán difícil será para Microsoft librarse de una historia dominada por Gates y Ballmer. Aunque Gates es dueño de menos de 5% de las acciones de la compañía, personas que conocen la empresa afirman que sigue ejerciendo una importante influencia en las decisiones del directorio. Algunos inversionistas y expertos se preguntan si la junta tendrá la determinación suficiente para instalar un presidente ejecutivo que realice cambios de fondo, si deciden que se necesita alguien con ese perfil. Un vocero de Gates no quiso hacer comentarios. Los directores independientes de la junta no respondieron a pedidos de declaraciones o no pudieron ser contactados. Haciéndose eco de una queja habitual sobre empresas lideradas por sus fundadores, los críticos de Microsoft señalan que los directores muy a menudo aceptan pasivamente la agenda de Ballmer, y, en particular, de Gates. Y algunos observadores y ex ejecutivos de la empresa dicen que creen que Gates abrumará a los otros directores y elegirá un presidente ejecutivo a su gusto. “¿Cuán fácil será para ellos ejercer un juicio independiente cuando se encuentra presente alguien de esa talla, influencia e interés económico en la empresa?”, se pregunta Charles Elson, director del Centro Weinberg de Gobierno Corporativo de la escuela de negocios de la Universidad de Delaware. Una carta inesperada se dio a conocer el viernes, cuando Microsoft acordó permitir que el accionista activista ValueAct Capital Management LP ocupara un puesto en la junta a partir de 2014. El directorio podría nombrar al sucesor de Ballmer antes de que ValueAct tenga derecho a voto. Pero algunos accionistas de Microsoft esperan de todas formas que el fondo de cobertura sea un catalizador para una decisión radical sobre el presidente ejecutivo. ValueAct, que tiene 0,8% de las acciones de Microsoft, no respondió a un pedido de comentarios. Ayer se informó que Stephen Elop, presidente ejecutivo de Nokia Corp., ha sido mencionado en la lista de candidatos para suceder a Ballmer. Pero la actual debilidad del negocio de la empresa finlandesa de teléfonos celulares indicaría que Elop tiene aún muchas tareas pendientes en su actual cargo. A lo largo de los años, Microsoft ha recibido numerosas críticas de los inversionistas. En respuesta, Ballmer buscó proyectar a la empresa más allá de su software para computadoras personales y en julio anunció una amplia reorganización que separó divisiones de productos muy autónomas para obligar a la empresa a trabajar de forma más cohesionada.
En Microsoft, pocos esperan un cambio radical
06:26PM - Redacción: THE WALL STREET JOURNAL AMERICAS La empresa indicó que Ballmer se retirará en el transcurso del próximo año.
Steve Ballmer anunció la semana pasada que dejará el mando de Microsoft.
El planeado
retiro del presidente ejecutivo de Microsoft Corp., Steve Ballmer, ha
puesto la atención sobre los miembros de la junta directiva, que tienen
la tarea de elegir a su sucesor. Pero sus antecedentes y decisiones
hasta ahora sugieren que el directorio tiene poca inclinación a
seleccionar un jefe que realmente transforme la empresa.
“A juzgar por la conformación de la junta y al presidente ejecutivo al que se han acostumbrado, las probabilidades de que escojan a alguien que se salga del molde son bajas”, dice Jeffrey F. Rayport, un experimentado estratega digital y asesor sénior de la firma de private equity Castanea Partners Inc., que no tiene acciones de Microsoft.
Los nueve miembros del directorio tienen más experiencia en gestión que en tecnologías de última generación, como aparatos móviles, software en línea y redes sociales.
El directorio incluye a dos ex ejecutivos bancarios, un experimentado líder del sector automotor, un veterano
inversionista de capital de riesgo y un ejecutivo que pasó 29 años en International Business Machines Corp. Ningún miembro de la junta tiene menos de 56 años.
Personas familiarizadas con el directorio señalan que no se inclina necesariamente por un líder de estilo
visionario más que por un experto en operaciones. Los directores son conscientes de que el próximo presidente ejecutivo debe poder manejar una empresa de 100.000 empleados con una mezcla de negocios más amplia que la de la mayoría de las compañías de tecnología, indicó una de las fuentes.
Los miembros esperan seleccionar un presidente ejecutivo dentro de cuatro a seis meses. La empresa indicó que Ballmer se retirará en el transcurso del próximo año, o cuando la junta escoja a su sucesor.
Personas familiarizadas con Microsoft también dicen que la junta está dominada por Bill Gates, cofundador
de la empresa, presidente del directorio y ex presidente ejecutivo.
Su presencia imponente y la experiencia limitada de los directores en las fuerzas tecnológicas que afectan
a la compañía muestran cuán difícil será para Microsoft librarse de una historia dominada por Gates y Ballmer. Aunque Gates es dueño de menos de 5% de las acciones de la compañía, personas que conocen la empresa afirman que sigue ejerciendo una importante influencia en las decisiones del directorio. Algunos
inversionistas y expertos se preguntan si la junta tendrá la determinación suficiente para instalar
un presidente ejecutivo que realice cambios de fondo, si deciden que se necesita alguien con ese perfil.
Un vocero de Gates no quiso hacer comentarios. Los directores independientes de la junta no respondieron
a pedidos de declaraciones o no pudieron ser contactados.
Haciéndose eco de una queja habitual sobre empresas lideradas por sus fundadores, los críticos de Microsoft señalan que los directores muy a menudo aceptan pasivamente la agenda de Ballmer, y, en particular, de Gates. Y algunos observadores y ex ejecutivos de la empresa dicen que creen que Gates abrumará a los otros directores y elegirá un presidente ejecutivo a su gusto.
“¿Cuán fácil será para ellos ejercer un juicio independiente cuando se encuentra presente alguien de esa
talla, influencia e interés económico en la empresa?”, se pregunta Charles Elson, director del Centro Weinberg de Gobierno Corporativo de la escuela de negocios de la Universidad de Delaware.
Una carta inesperada se dio a conocer el viernes, cuando Microsoft acordó permitir que el accionista
activista ValueAct Capital Management LP ocupara un puesto en la junta a partir de 2014.
El directorio podría nombrar al sucesor de Ballmer antes de que ValueAct tenga derecho a voto. Pero algunos
accionistas de Microsoft esperan de todas formas que el fondo de cobertura sea un catalizador para una
decisión radical sobre el presidente ejecutivo. ValueAct, que tiene 0,8% de las acciones de Microsoft, no respondió a un pedido de comentarios.
Ayer se informó que Stephen Elop, presidente ejecutivo de Nokia Corp., ha sido mencionado en la lista de candidatos para suceder a Ballmer. Pero la actual debilidad del negocio de la empresa finlandesa de teléfonos celulares indicaría que Elop tiene aún muchas tareas pendientes en su actual cargo.
A lo largo de los años, Microsoft ha recibido numerosas críticas de los inversionistas. En respuesta, Ballmer buscó proyectar a la empresa más allá de su software para computadoras personales y en julio anunció una amplia reorganización que separó divisiones de productos muy autónomas para obligar a la empresa a trabajar de forma más cohesionada.
“A juzgar por la conformación de la junta y al presidente ejecutivo al que se han acostumbrado, las probabilidades de que escojan a alguien que se salga del molde son bajas”, dice Jeffrey F. Rayport, un experimentado estratega digital y asesor sénior de la firma de private equity Castanea Partners Inc., que no tiene acciones de Microsoft.
Los nueve miembros del directorio tienen más experiencia en gestión que en tecnologías de última generación, como aparatos móviles, software en línea y redes sociales.
El directorio incluye a dos ex ejecutivos bancarios, un experimentado líder del sector automotor, un veterano
inversionista de capital de riesgo y un ejecutivo que pasó 29 años en International Business Machines Corp. Ningún miembro de la junta tiene menos de 56 años.
Personas familiarizadas con el directorio señalan que no se inclina necesariamente por un líder de estilo
visionario más que por un experto en operaciones. Los directores son conscientes de que el próximo presidente ejecutivo debe poder manejar una empresa de 100.000 empleados con una mezcla de negocios más amplia que la de la mayoría de las compañías de tecnología, indicó una de las fuentes.
Los miembros esperan seleccionar un presidente ejecutivo dentro de cuatro a seis meses. La empresa indicó que Ballmer se retirará en el transcurso del próximo año, o cuando la junta escoja a su sucesor.
Personas familiarizadas con Microsoft también dicen que la junta está dominada por Bill Gates, cofundador
de la empresa, presidente del directorio y ex presidente ejecutivo.
Su presencia imponente y la experiencia limitada de los directores en las fuerzas tecnológicas que afectan
a la compañía muestran cuán difícil será para Microsoft librarse de una historia dominada por Gates y Ballmer. Aunque Gates es dueño de menos de 5% de las acciones de la compañía, personas que conocen la empresa afirman que sigue ejerciendo una importante influencia en las decisiones del directorio. Algunos
inversionistas y expertos se preguntan si la junta tendrá la determinación suficiente para instalar
un presidente ejecutivo que realice cambios de fondo, si deciden que se necesita alguien con ese perfil.
Un vocero de Gates no quiso hacer comentarios. Los directores independientes de la junta no respondieron
a pedidos de declaraciones o no pudieron ser contactados.
Haciéndose eco de una queja habitual sobre empresas lideradas por sus fundadores, los críticos de Microsoft señalan que los directores muy a menudo aceptan pasivamente la agenda de Ballmer, y, en particular, de Gates. Y algunos observadores y ex ejecutivos de la empresa dicen que creen que Gates abrumará a los otros directores y elegirá un presidente ejecutivo a su gusto.
“¿Cuán fácil será para ellos ejercer un juicio independiente cuando se encuentra presente alguien de esa
talla, influencia e interés económico en la empresa?”, se pregunta Charles Elson, director del Centro Weinberg de Gobierno Corporativo de la escuela de negocios de la Universidad de Delaware.
Una carta inesperada se dio a conocer el viernes, cuando Microsoft acordó permitir que el accionista
activista ValueAct Capital Management LP ocupara un puesto en la junta a partir de 2014.
El directorio podría nombrar al sucesor de Ballmer antes de que ValueAct tenga derecho a voto. Pero algunos
accionistas de Microsoft esperan de todas formas que el fondo de cobertura sea un catalizador para una
decisión radical sobre el presidente ejecutivo. ValueAct, que tiene 0,8% de las acciones de Microsoft, no respondió a un pedido de comentarios.
Ayer se informó que Stephen Elop, presidente ejecutivo de Nokia Corp., ha sido mencionado en la lista de candidatos para suceder a Ballmer. Pero la actual debilidad del negocio de la empresa finlandesa de teléfonos celulares indicaría que Elop tiene aún muchas tareas pendientes en su actual cargo.
A lo largo de los años, Microsoft ha recibido numerosas críticas de los inversionistas. En respuesta, Ballmer buscó proyectar a la empresa más allá de su software para computadoras personales y en julio anunció una amplia reorganización que separó divisiones de productos muy autónomas para obligar a la empresa a trabajar de forma más cohesionada.
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