Castigarán con cárcel a los que disparen al aire
Castigarán con cárcel a los que disparen al aire
EFE | 12/28/2012, 4 p.m.
El disparar al aire para celebrar el Año Nuevo, una práctica extendida entre la comunidad hispana, constituye un delito grave y puede suponer una pena de un año de cárcel, advirtieron hoy las autoridades de Los Ángeles.
Al referirse a la costumbre que denominaron "una tradición mortal en nuestro condado y nuestra ciudad", las autoridades lanzaron hoy la Campaña de Reducción de Disparo de Armas, que contará con el apoyo de "Shotspotter", una herramienta tecnológica que permite a las autoridades localizar el sitio desde donde se ha disparado un arma de fuego con un margen de error de pocos pies de distancia.
En una conferencia de prensa con la participación del comandante del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD, en inglés), Charlie Beck, el alguacil del condado, Lee Baca, y el alcalde, Antonio Villaraigosa, se hizo una clara advertencia para que la comunidad se abstenga de disparar al aire como parte de las celebraciones para recibir el nuevo año.
Las autoridades enfatizaron que disparar al aire es un delito grave que puede ser castigado con un año en prisión estatal y que todos los que sean arrestados por este motivo "serán procesados hasta la máxima aplicación de la ley".
Al señalar que la costumbre "pone en riesgo la vida de personas inocentes", Villaraigosa pidió a la comunidad que se abstenga de esa forma de celebración.
Beck destacó que una bala que se dispara al aire cae a una velocidad que puede alcanzar hasta 700 millas (1.125 kilómetros) por hora y con la suficiente fuerza para traspasar el cráneo de una persona.
El oficial invitó a la comunidad a recibir el Año Nuevo con la familia y no en la cárcel del alguacil Lee Baca o en la de la Policía de la ciudad.
Al referirse a la costumbre que denominaron "una tradición mortal en nuestro condado y nuestra ciudad", las autoridades lanzaron hoy la Campaña de Reducción de Disparo de Armas, que contará con el apoyo de "Shotspotter", una herramienta tecnológica que permite a las autoridades localizar el sitio desde donde se ha disparado un arma de fuego con un margen de error de pocos pies de distancia.
En una conferencia de prensa con la participación del comandante del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD, en inglés), Charlie Beck, el alguacil del condado, Lee Baca, y el alcalde, Antonio Villaraigosa, se hizo una clara advertencia para que la comunidad se abstenga de disparar al aire como parte de las celebraciones para recibir el nuevo año.
Las autoridades enfatizaron que disparar al aire es un delito grave que puede ser castigado con un año en prisión estatal y que todos los que sean arrestados por este motivo "serán procesados hasta la máxima aplicación de la ley".
Al señalar que la costumbre "pone en riesgo la vida de personas inocentes", Villaraigosa pidió a la comunidad que se abstenga de esa forma de celebración.
Beck destacó que una bala que se dispara al aire cae a una velocidad que puede alcanzar hasta 700 millas (1.125 kilómetros) por hora y con la suficiente fuerza para traspasar el cráneo de una persona.
El oficial invitó a la comunidad a recibir el Año Nuevo con la familia y no en la cárcel del alguacil Lee Baca o en la de la Policía de la ciudad.
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