El dopaje terminó con la leyenda de Armstrong 12 de diciembre de 2012 • 17:28 Reducir Normal Aumentar Imprimir Noticia Comentar 0 El año 2012 ha sido el del descenso definitivo a los infiernos del exciclista Lance Armstrong al ser sancionado por dopaje y desposeído por la Unión Ciclista Internacional (UCI) de sus principales éxitos, incluidos los siete Tours de Francia que habían cimentado su leyenda. Tras años de especulaciones, investigaciones y acusaciones, a fines de agosto Armstrong comunicó que renunciaba a seguir defendiéndose y la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA) lo inculpó de haber recurrido a sustancias y prácticas prohibidas, apoyándose sobre todo en testimonios de excompañeros. Envió un exhaustivo informe a la UCI, que en octubre anunció oficialmente su decisión de desposeer al texano de sus resultados desde 1998, especialmente los siete Tours, que quedan sin ganador. Armstrong, el ciclista con mejor palmarés y el rey de la mítica prueba francesa, se convertía así en la víctima más importante de los escándalos que han sacudido este deporte en los últimos años. "Armstrong no tiene lugar en el ciclismo", declaró el presidente de la UCI, el irlandés Pat McQuaid, en una rueda de prensa el 22 de octubre en Ginebra. Desde el Comité Olímpico Internacional (COI) se apuntó este mes de diciembre que esperan poder retirar legalmente la medalla de bronce que el estadounidense consiguió en la edición de loe Juegos de Sídney-2000. El escándalo sacudió el mundo del deporte en general y del ciclismo en particular, abriendo un debate sobre los métodos para combatir el dopaje y su eficacia en la última década. Este deporte, una vez más, fue el foco de casi todas las miradas al hablar de dopaje. El corredor español Alberto Contador perdió definitivamente en febrero su batalla judicial tras ser suspendido por haber dado positivo por clembuterol durante el Tour de Francia de 2010 y tuvo que cumplir su sanción, que terminó en agosto, por lo que pudo competir en la Vuelta a España, que ganó. En el Tour de Francia, el dopaje también sacudió la competición y durante la prueba se produjeron bajas destacadas tras controles positivos. La atención se centró entonces en los casos del luxemburgués Frank Schleck y el francés Rémy de Gregorio. Por su parte, la carrera del italiano Riccardo Ricco se vio terminada cuando en abril fue suspendido por 12 años por haberse hecho una autotransfusión con sangre que conservaba en una nevera. El ‘Cobra', reincidente en el dopaje, había estado grave en febrero de 2011 por un problema renal tras esta práctica. Cinco años después de su retirada también se conoció, en febrero, una sanción del Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) de cinco años para el excorredor alemán Jan Ullrich, lo que tuvo un efecto más simbólico que real. Por su parte, los Juegos Olímpicos de Londres, que pusieron en marcha un impresionante despliegue, no tuvieron excesivos problemas, después del trabajo previo para combatir las prácticas irregulares desde antes de la competición. Las principales dudas se centraron en los casos 'raros' y que provocaron cierta polémica, como el de la joven nadadora china de 16 años Ye Shiwen, que se colgó el oro en los 200 y 400 metros estilos, quien logró un impresionante récord mundial, lo que desató las especulaciones, pero no dio positivo. Justo después del evento, eso sí, se conoció la descalificación por dopaje de la campeona de lanzamiento de peso, la bielorrusa Nadzeya Ostapchuk, que dio positivo por metenolona, una sustancia anabolizante. Por dopaje finalizó la carrera del atleta italiano Alex Schwazer, campeón de 50 kilómetros marcha en Pekín-2008, que admitió haberse dopado y anunció su retirada. "Mi carrera se ha terminado. He cometido un error. Quería ser el más fuerte en estos Juegos Olímpicos. Asumo la responsabilidad de lo que ha pasado", declaró a la prensa italiana poco antes de la fecha en la que debía competir en los Juegos de Londres. Los métodos del pasaporte biológico y el reanálisis de muestras del pasado (reglamentariamente se pueden guardar durante ocho años) siguieron dando frutos. Por esa última vía se sancionó en diciembre a cuatro atletas que habían conseguido medallas en Atenas-2004 y que fueron desposeídos de las mismas. Más noticias de Deportes » AFP - Todos los derechos reservados. Está prohibido todo tipo de reproducción sin autorización.

El dopaje terminó con la leyenda de Armstrong

12 de diciembre de 2012 17:28
El año 2012 ha sido el del descenso definitivo a los infiernos del exciclista Lance Armstrong al ser sancionado por dopaje y desposeído por la Unión Ciclista Internacional (UCI) de sus principales éxitos, incluidos los siete Tours de Francia que habían cimentado su leyenda.
Tras años de especulaciones, investigaciones y acusaciones, a fines de agosto Armstrong comunicó que renunciaba a seguir defendiéndose y la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA) lo inculpó de haber recurrido a sustancias y prácticas prohibidas, apoyándose sobre todo en testimonios de excompañeros.
Envió un exhaustivo informe a la UCI, que en octubre anunció oficialmente su decisión de desposeer al texano de sus resultados desde 1998, especialmente los siete Tours, que quedan sin ganador.
Armstrong, el ciclista con mejor palmarés y el rey de la mítica prueba francesa, se convertía así en la víctima más importante de los escándalos que han sacudido este deporte en los últimos años.
"Armstrong no tiene lugar en el ciclismo", declaró el presidente de la UCI, el irlandés Pat McQuaid, en una rueda de prensa el 22 de octubre en Ginebra.
Desde el Comité Olímpico Internacional (COI) se apuntó este mes de diciembre que esperan poder retirar legalmente la medalla de bronce que el estadounidense consiguió en la edición de loe Juegos de Sídney-2000.
El escándalo sacudió el mundo del deporte en general y del ciclismo en particular, abriendo un debate sobre los métodos para combatir el dopaje y su eficacia en la última década.
Este deporte, una vez más, fue el foco de casi todas las miradas al hablar de dopaje.
El corredor español Alberto Contador perdió definitivamente en febrero su batalla judicial tras ser suspendido por haber dado positivo por clembuterol durante el Tour de Francia de 2010 y tuvo que cumplir su sanción, que terminó en agosto, por lo que pudo competir en la Vuelta a España, que ganó.
En el Tour de Francia, el dopaje también sacudió la competición y durante la prueba se produjeron bajas destacadas tras controles positivos. La atención se centró entonces en los casos del luxemburgués Frank Schleck y el francés Rémy de Gregorio.
Por su parte, la carrera del italiano Riccardo Ricco se vio terminada cuando en abril fue suspendido por 12 años por haberse hecho una autotransfusión con sangre que conservaba en una nevera.
El ‘Cobra', reincidente en el dopaje, había estado grave en febrero de 2011 por un problema renal tras esta práctica.
Cinco años después de su retirada también se conoció, en febrero, una sanción del Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) de cinco años para el excorredor alemán Jan Ullrich, lo que tuvo un efecto más simbólico que real.
Por su parte, los Juegos Olímpicos de Londres, que pusieron en marcha un impresionante despliegue, no tuvieron excesivos problemas, después del trabajo previo para combatir las prácticas irregulares desde antes de la competición.
Las principales dudas se centraron en los casos 'raros' y que provocaron cierta polémica, como el de la joven nadadora china de 16 años Ye Shiwen, que se colgó el oro en los 200 y 400 metros estilos, quien logró un impresionante récord mundial, lo que desató las especulaciones, pero no dio positivo.
Justo después del evento, eso sí, se conoció la descalificación por dopaje de la campeona de lanzamiento de peso, la bielorrusa Nadzeya Ostapchuk, que dio positivo por metenolona, una sustancia anabolizante.
Por dopaje finalizó la carrera del atleta italiano Alex Schwazer, campeón de 50 kilómetros marcha en Pekín-2008, que admitió haberse dopado y anunció su retirada.
"Mi carrera se ha terminado. He cometido un error. Quería ser el más fuerte en estos Juegos Olímpicos. Asumo la responsabilidad de lo que ha pasado", declaró a la prensa italiana poco antes de la fecha en la que debía competir en los Juegos de Londres.
Los métodos del pasaporte biológico y el reanálisis de muestras del pasado (reglamentariamente se pueden guardar durante ocho años) siguieron dando frutos. Por esa última vía se sancionó en diciembre a cuatro atletas que habían conseguido medallas en Atenas-2004 y que fueron desposeídos de las mismas.

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