Nokia ve la luz al final del túnel Su adquisición por parte de Microsoft puede ser la mayor esperanza para la firma finlandesa; hasta el momento la compra ha sido respaldada por los inversores, que impulsaron la acción de Nokia. Por: Michal Lev-Ram | Jueves, 05 de septiembre de 2013 a las 06:02 Compartir 101 Email Texto Fortune Stephen Elop es uno de los principales candidatos para suceder a Steve Ballmer al frente de Microsoft. (Foto: Getty Images) Stephen Elop es uno de los principales candidatos para suceder a Steve Ballmer al frente de Microsoft. (Foto: Getty Images) Artículos relacionados Foto Stephen Elop, ¿próximo CEO de Microsoft? La tecnológica necesita un líder que la encamine en el mercado de los dispositivos y servicios Foto Nokia, ¿fin de su luna de miel mexicana? La venta a Microsoft del negocio móvil de la finlandesa modificará su papel en el mercado mexicano Foto Nokia, primera pieza del nuevo Microsoft La compra de la división móvil de la finlandesa le ayudará a subir en el mercado, dicen analistas Foto Microsoft compra negocio móvil de Nokia La firma acordó adquirir la unidad de telefonía móvil del fabricante finlandés por 7,200 mdd Otros enlaces ENFOQUE: Nokia y Microsoft buscan sobrevivir ENFOQUE: Las compras corporativas de Microsoft Es un día triste para Finlandia... ¿O no? Ciertamente, gran parte del legado -y futuro- del ilustre fabricante de teléfonos está ahora en manos de Microsoft, un trago amargo para muchos finlandeses. Y sí, los 32,000 empleados pasarán a formar parte del imperio del gigante tecnológico con sede en Redmond, de la noche a la mañana, les guste o no. La espiral descendente de Nokia comenzó hace mucho tiempo, y la empresa no estaba avanzando hacia ningún final feliz, con o sin Microsoft abalanzándose para comprar sus negocios de dispositivos y servicios por 7,200 millones de dólares. Es más, el acuerdo podría dar a la marca finlandesa una pizca de oportunidad de recuperar algo de su impulso perdido. Especialmente si Stephen Elop -sí, el presidente ejecutivo de Nokia y exejecutivo de Microsoft ahora culpado de este último giro en los acontecimientos- consigue el puesto más alto en Redmond. La firma, alguna vez el principal fabricante de teléfonos inteligentes del mundo, ya no está entre los cinco primeros. Las ventas de su línea de equipos Lumia han estado creciendo, pero no lo suficientemente rápido como para compensar las caídas masivas en otros productos. En el trimestre más reciente de la compañía, los ingresos cayeron 24% en comparación con el año anterior. Sus acciones han estado en declive desde hace años. ¿Qué sucedió? Hay muchas causas de esta caída, pero la arrogancia y un enfoque equivocado en hacer crecer la participación de mercado sin importar los costos son dos grandes factores. Al igual que BlackBerry, la tecnológica no tomó en serio el debut del iPhone en 2007. El mercado estadounidense -que es ahora el hogar de los dos principales sistemas operativos de teléfonos inteligentes en el mundo, iOS de Apple y Android de Google- era considerado como algo secundario. E incluso cuando el mundo a su alrededor estaba cambiando, los ejecutivos de la compañía se aferraron a Symbian, el envejecido sistema operativo, durante demasiado tiempo. Stephen Elop Para el momento en que Elop llegó en 2010 la reputación de la empresa y su participación de mercado ya estaban desplomándose. "Lo que ha sucedido en el último par de años es que ha habido un cambio desde una batalla de dispositivos a una guerra de ecosistemas", dijo el ejecutivo a una audiencia de desarrolladores de aplicaciones móviles en una conferencia de Qualcomm en 2011. Poco después de que se hiciera cargo de la empresa, efectivamente, el presidente ejecutivo hizo una serie de movimientos audaces; el más significativo de ellos fue enganchar el destino de la compañía al sistema operativo Windows de Microsoft. La descendencia resultante de ese matrimonio es la línea de telefónos Nokia Lumia. Y aunque la lealtad de Elop (y su capacidad para dirigir a la compañía finlandesa) han sido cuestionadas, los smartphones Lumia son probablemente la mejor cosa que ha salido de Espoo en mucho tiempo. La gestión de Elop en Nokia ha sido motivo de controversia, pero a diferencia de los internos, él tenía la capacidad de separar a la empresa de Symbian y hacer una apuesta muy necesaria hacia un sistema operativo más viable (aunque no muy popular). Puede que haya sido demasiado poco, demasiado tarde, y la "reorganización" que dirigió posteriormente no ha sido impecable, por decir lo menos. Pero la venta de esta semana a Microsoft no es sorprendente considerando la trayectoria establecida en 2011. Los inversores están dando la bienvenida al acuerdo, impulsando la cotización de Nokia en más de 40% la mañana del martes. Perspectivas "Vemos esto de manera positiva para Nokia, ya que creemos que el camino para el negocio de dispositivos y servicios estaba lleno de peligros debido a las fuerzas competitivas y a su limitada aceptación de producto", escribió en un informe un analista senior de Wells Fargo, Maynard Um. "Esta venta y la compra de la empresa conjunta Nokia Siemens Network (NSN) prácticamente completa la transformación de Nokia en un negocio de redes enfocadas en la infraestructura". (La Nokia restante consistirá en el negocio de equipos de telecomunicaciones, tecnologías de creación de mapas y una división de licencias de propiedad intelectual). Además, añade Um, la venta aporta más "músculo financiero" a la cartera combinada de productos Microsoft-Nokia. Esto, por supuesto, si es que Microsoft juega bien sus cartas. El gigante del software no tiene un buen historial en el hardware, o en las adquisiciones. Pero el regreso del empresario al redil podría ser útil para el futuro de la línea de teléfonos Nokia. El actual presidente ejecutivo de Microsoft, Steve Ballmer, ha anunciado recientemente que se retirará en los próximos meses, y muchos han sido incluidos en la lista de sucesores potenciales. No es ninguna sorpresa que Elop sea ahora uno de los principales candidatos. El exempleado conoce bien a la empresa (una vez dirigió su división de Office). Pero después de tres años en Nokia también conoce el mundo de la fabricación de teléfonos mucho mejor que la mayoría de los ejecutivos de Microsoft. Como parte de la adquisición, el ejecutivo dimitirá como CEO de Nokia y tomará la división de dispositivos y servicios de Microsoft, una gran parte de la cual está compuesta del antiguo negocio de Nokia. Eso significa que puede convertirse en la mayor esperanza del negocio de los teléfonos móviles (y de los exempleados). Si se convierte en presidente ejecutivo en los próximos meses, eso podría significar mejores augurios para el fabricante de teléfonos antes conocido como Nokia, pese a lo doloroso que sea para los finlandeses admitirlo.
Nokia ve la luz al final del túnel
Su adquisición por parte de Microsoft puede ser la mayor esperanza para la firma finlandesa; hasta el momento la compra ha sido respaldada por los inversores, que impulsaron la acción de Nokia.
Por: Michal Lev-Ram |
Jueves, 05 de septiembre de 2013 a las 06:02
Stephen Elop es uno de los principales candidatos para suceder a Steve Ballmer al frente de Microsoft. (Foto: Getty Images)
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Es un día triste para Finlandia... ¿O no? Ciertamente, gran parte del legado -y futuro- del ilustre fabricante de teléfonos está ahora en manos de Microsoft, un trago amargo para muchos finlandeses. Y sí, los 32,000 empleados pasarán a formar parte del imperio del gigante tecnológico con sede en Redmond, de la noche a la mañana, les guste o no.
La espiral descendente de Nokia comenzó hace mucho tiempo, y la empresa no estaba avanzando hacia ningún final feliz, con o sin Microsoft abalanzándose para comprar sus negocios de dispositivos y servicios por 7,200 millones de dólares.
Es más, el acuerdo podría dar a la marca finlandesa una pizca de oportunidad de recuperar algo de su impulso perdido. Especialmente si Stephen Elop -sí, el presidente ejecutivo de Nokia y exejecutivo de Microsoft ahora culpado de este último giro en los acontecimientos- consigue el puesto más alto en Redmond.
La firma, alguna vez el principal fabricante de teléfonos inteligentes del mundo, ya no está entre los cinco primeros. Las ventas de su línea de equipos Lumia han estado creciendo, pero no lo suficientemente rápido como para compensar las caídas masivas en otros productos.
En el trimestre más reciente de la compañía, los ingresos cayeron 24% en comparación con el año anterior. Sus acciones han estado en declive desde hace años. ¿Qué sucedió? Hay muchas causas de esta caída, pero la arrogancia y un enfoque equivocado en hacer crecer la participación de mercado sin importar los costos son dos grandes factores.
Al igual que BlackBerry, la tecnológica no tomó en serio el debut del iPhone en 2007. El mercado estadounidense -que es ahora el hogar de los dos principales sistemas operativos de teléfonos inteligentes en el mundo, iOS de Apple y Android de Google- era considerado como algo secundario. E incluso cuando el mundo a su alrededor estaba cambiando, los ejecutivos de la compañía se aferraron a Symbian, el envejecido sistema operativo, durante demasiado tiempo.
Stephen Elop
Para el momento en que Elop llegó en 2010 la reputación de la empresa y su participación de mercado ya estaban desplomándose. "Lo que ha sucedido en el último par de años es que ha habido un cambio desde una batalla de dispositivos a una guerra de ecosistemas", dijo el ejecutivo a una audiencia de desarrolladores de aplicaciones móviles en una conferencia de Qualcomm en 2011.
Poco después de que se hiciera cargo de la empresa, efectivamente, el presidente ejecutivo hizo una serie de movimientos audaces; el más significativo de ellos fue enganchar el destino de la compañía al sistema operativo Windows de Microsoft. La descendencia resultante de ese matrimonio es la línea de telefónos Nokia Lumia. Y aunque la lealtad de Elop (y su capacidad para dirigir a la compañía finlandesa) han sido cuestionadas, los smartphones Lumia son probablemente la mejor cosa que ha salido de Espoo en mucho tiempo.
La gestión de Elop en Nokia ha sido motivo de controversia, pero a diferencia de los internos, él tenía la capacidad de separar a la empresa de Symbian y hacer una apuesta muy necesaria hacia un sistema operativo más viable (aunque no muy popular). Puede que haya sido demasiado poco, demasiado tarde, y la "reorganización" que dirigió posteriormente no ha sido impecable, por decir lo menos.
Pero la venta de esta semana a Microsoft no es sorprendente considerando la trayectoria establecida en 2011. Los inversores están dando la bienvenida al acuerdo, impulsando la cotización de Nokia en más de 40% la mañana del martes.
Perspectivas
"Vemos esto de manera positiva para Nokia, ya que creemos que el camino para el negocio de dispositivos y servicios estaba lleno de peligros debido a las fuerzas competitivas y a su limitada aceptación de producto", escribió en un informe un analista senior de Wells Fargo, Maynard Um. "Esta venta y la compra de la empresa conjunta Nokia Siemens Network (NSN) prácticamente completa la transformación de Nokia en un negocio de redes enfocadas en la infraestructura".
(La Nokia restante consistirá en el negocio de equipos de telecomunicaciones, tecnologías de creación de mapas y una división de licencias de propiedad intelectual). Además, añade Um, la venta aporta más "músculo financiero" a la cartera combinada de productos Microsoft-Nokia. Esto, por supuesto, si es que Microsoft juega bien sus cartas.
El gigante del software no tiene un buen historial en el hardware, o en las adquisiciones. Pero el regreso del empresario al redil podría ser útil para el futuro de la línea de teléfonos Nokia. El actual presidente ejecutivo de Microsoft, Steve Ballmer, ha anunciado recientemente que se retirará en los próximos meses, y muchos han sido incluidos en la lista de sucesores potenciales.
No es ninguna sorpresa que Elop sea ahora uno de los principales candidatos. El exempleado conoce bien a la empresa (una vez dirigió su división de Office). Pero después de tres años en Nokia también conoce el mundo de la fabricación de teléfonos mucho mejor que la mayoría de los ejecutivos de Microsoft.
Como parte de la adquisición, el ejecutivo dimitirá como CEO de Nokia y tomará la división de dispositivos y servicios de Microsoft, una gran parte de la cual está compuesta del antiguo negocio de Nokia. Eso significa que puede convertirse en la mayor esperanza del negocio de los teléfonos móviles (y de los exempleados).
Si se convierte en presidente ejecutivo en los próximos meses, eso podría significar mejores augurios para el fabricante de teléfonos antes conocido como Nokia, pese a lo doloroso que sea para los finlandeses admitirlo.
La espiral descendente de Nokia comenzó hace mucho tiempo, y la empresa no estaba avanzando hacia ningún final feliz, con o sin Microsoft abalanzándose para comprar sus negocios de dispositivos y servicios por 7,200 millones de dólares.
Es más, el acuerdo podría dar a la marca finlandesa una pizca de oportunidad de recuperar algo de su impulso perdido. Especialmente si Stephen Elop -sí, el presidente ejecutivo de Nokia y exejecutivo de Microsoft ahora culpado de este último giro en los acontecimientos- consigue el puesto más alto en Redmond.
La firma, alguna vez el principal fabricante de teléfonos inteligentes del mundo, ya no está entre los cinco primeros. Las ventas de su línea de equipos Lumia han estado creciendo, pero no lo suficientemente rápido como para compensar las caídas masivas en otros productos.
En el trimestre más reciente de la compañía, los ingresos cayeron 24% en comparación con el año anterior. Sus acciones han estado en declive desde hace años. ¿Qué sucedió? Hay muchas causas de esta caída, pero la arrogancia y un enfoque equivocado en hacer crecer la participación de mercado sin importar los costos son dos grandes factores.
Al igual que BlackBerry, la tecnológica no tomó en serio el debut del iPhone en 2007. El mercado estadounidense -que es ahora el hogar de los dos principales sistemas operativos de teléfonos inteligentes en el mundo, iOS de Apple y Android de Google- era considerado como algo secundario. E incluso cuando el mundo a su alrededor estaba cambiando, los ejecutivos de la compañía se aferraron a Symbian, el envejecido sistema operativo, durante demasiado tiempo.
Stephen Elop
Para el momento en que Elop llegó en 2010 la reputación de la empresa y su participación de mercado ya estaban desplomándose. "Lo que ha sucedido en el último par de años es que ha habido un cambio desde una batalla de dispositivos a una guerra de ecosistemas", dijo el ejecutivo a una audiencia de desarrolladores de aplicaciones móviles en una conferencia de Qualcomm en 2011.
Poco después de que se hiciera cargo de la empresa, efectivamente, el presidente ejecutivo hizo una serie de movimientos audaces; el más significativo de ellos fue enganchar el destino de la compañía al sistema operativo Windows de Microsoft. La descendencia resultante de ese matrimonio es la línea de telefónos Nokia Lumia. Y aunque la lealtad de Elop (y su capacidad para dirigir a la compañía finlandesa) han sido cuestionadas, los smartphones Lumia son probablemente la mejor cosa que ha salido de Espoo en mucho tiempo.
La gestión de Elop en Nokia ha sido motivo de controversia, pero a diferencia de los internos, él tenía la capacidad de separar a la empresa de Symbian y hacer una apuesta muy necesaria hacia un sistema operativo más viable (aunque no muy popular). Puede que haya sido demasiado poco, demasiado tarde, y la "reorganización" que dirigió posteriormente no ha sido impecable, por decir lo menos.
Pero la venta de esta semana a Microsoft no es sorprendente considerando la trayectoria establecida en 2011. Los inversores están dando la bienvenida al acuerdo, impulsando la cotización de Nokia en más de 40% la mañana del martes.
Perspectivas
"Vemos esto de manera positiva para Nokia, ya que creemos que el camino para el negocio de dispositivos y servicios estaba lleno de peligros debido a las fuerzas competitivas y a su limitada aceptación de producto", escribió en un informe un analista senior de Wells Fargo, Maynard Um. "Esta venta y la compra de la empresa conjunta Nokia Siemens Network (NSN) prácticamente completa la transformación de Nokia en un negocio de redes enfocadas en la infraestructura".
(La Nokia restante consistirá en el negocio de equipos de telecomunicaciones, tecnologías de creación de mapas y una división de licencias de propiedad intelectual). Además, añade Um, la venta aporta más "músculo financiero" a la cartera combinada de productos Microsoft-Nokia. Esto, por supuesto, si es que Microsoft juega bien sus cartas.
El gigante del software no tiene un buen historial en el hardware, o en las adquisiciones. Pero el regreso del empresario al redil podría ser útil para el futuro de la línea de teléfonos Nokia. El actual presidente ejecutivo de Microsoft, Steve Ballmer, ha anunciado recientemente que se retirará en los próximos meses, y muchos han sido incluidos en la lista de sucesores potenciales.
No es ninguna sorpresa que Elop sea ahora uno de los principales candidatos. El exempleado conoce bien a la empresa (una vez dirigió su división de Office). Pero después de tres años en Nokia también conoce el mundo de la fabricación de teléfonos mucho mejor que la mayoría de los ejecutivos de Microsoft.
Como parte de la adquisición, el ejecutivo dimitirá como CEO de Nokia y tomará la división de dispositivos y servicios de Microsoft, una gran parte de la cual está compuesta del antiguo negocio de Nokia. Eso significa que puede convertirse en la mayor esperanza del negocio de los teléfonos móviles (y de los exempleados).
Si se convierte en presidente ejecutivo en los próximos meses, eso podría significar mejores augurios para el fabricante de teléfonos antes conocido como Nokia, pese a lo doloroso que sea para los finlandeses admitirlo.
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