.¿Quién es McAfee?
W. Javier Zepeda
wj.zepeda@gmail.com
.¿Quién es McAfee?
Noticia Aumentar fuente Disminuir fuente Hay noticias mucho más importantes sucediendo hoy, pero las aventuras de John McAfee se han estado robando nuestra atención.
Pero, ¿quién es McAfee? En la década de los 80, McAfee desarrolló su compañía cuyo giro era asistir a las personas con problemas relacionados con la seguridad en sus computadoras. El miedo que le metió a la gente con el virus Michelangelo que atacaría el 06/03/92 disparó las ventas de su software, y cuando llegó ese día, el número infectado de computadoras fue mínimo. Aquí comenzaría su vida controversial.
Después de que su compañía se volvió pública y McAfee vendió sus acciones, se mudó a Belice, donde montó negocios tan dispares como una cafetería y un servicio de ferry. Allí conoció a Allison Adonizio, una bióloga de Harvard quien viajó a Belice a hacer estudios bacteriológicos. McAfee le construyó un laboratorio en Belice, en donde no se sabe si se producían antibióticos, metanfetaminas o un tipo de afrodisíaco femenino.
El 30/04/12 su casa en Belice fue allanada por la policía. Encontraron fuertes sumas de dinero en efectivo, equipo de laboratorio y armas de fuego y, para sorpresa de la policía, todo era legal. Sin embargo, durante el allanamiento la Policía mató a uno de los perros de McAfee y a él lo tuvieron bajo arresto por varias horas.
Su perro muerto era uno de varios perros ruidosos, odiados por sus vecinos y transeúntes de la playa, donde se ubicaba su casa. Uno de estos vecinos molestos era Greg Faull y a principios de noviembre, según McAfee, cuatro de sus perros fueron envenenados.
El 11/11/12 Faull apareció muerto en su casa con un disparo en la cabeza. La policía llegó a la casa de McAfee pero este supuestamente se enterró en la arena y cubrió su cabeza con un pedazo de cartón para evitar ser visto. Así empezó su fuga de la justicia beliceña, documentada por él mismo por medio de su blog www.whoismcafee.com y con la compañía de Rocco Castoro, editor de la revista Vice. Algunas autoridades beliceñas lo califican como el principal sospechoso del asesinato de Faull, mientras que otras lo señalan de ser una “persona de interés” en la investigación.
En diciembre, Castoro publicó una foto de McAfee tomada con un iPhone sin saber que la misma contenía las coordenadas de la ubicación donde fue tomada. Las mismas colocaban a McAfee en Río Dulce. McAfee intentó sacar la pata diciendo en su blog que todo era parte de una estrategia para despistar al enemigo, pero luego tuvo que aceptar que, en efecto, se encontraba en la tierra de los tamales.
Su primera acción fue contratar los servicios del controversial abogado Telésforo Guerra, quien ha estado haciendo hasta lo imposible para que a McAfee le sea otorgado el asilo político en Guatemala alegando una persecución política a su cliente en Belice. Cuando McAfee la vio peluda con lo del asilo, supuestamente tuvo dos infartos, que según su abogado no fueron mortales porque “practicaba yoga”.
Acertadamente, nuestro gobierno negó la petición y hasta el momento en que termino de escribir esta columna, McAfee sigue dando patadas de ahogado para no regresar a Belice. Veremos en qué termina esta novela, esperando que se convierta en el tema de alguna película de Quentin Tarantino.
wj.zepeda@gmail.com
.¿Quién es McAfee?
Noticia Aumentar fuente Disminuir fuente Hay noticias mucho más importantes sucediendo hoy, pero las aventuras de John McAfee se han estado robando nuestra atención.
Pero, ¿quién es McAfee? En la década de los 80, McAfee desarrolló su compañía cuyo giro era asistir a las personas con problemas relacionados con la seguridad en sus computadoras. El miedo que le metió a la gente con el virus Michelangelo que atacaría el 06/03/92 disparó las ventas de su software, y cuando llegó ese día, el número infectado de computadoras fue mínimo. Aquí comenzaría su vida controversial.
Después de que su compañía se volvió pública y McAfee vendió sus acciones, se mudó a Belice, donde montó negocios tan dispares como una cafetería y un servicio de ferry. Allí conoció a Allison Adonizio, una bióloga de Harvard quien viajó a Belice a hacer estudios bacteriológicos. McAfee le construyó un laboratorio en Belice, en donde no se sabe si se producían antibióticos, metanfetaminas o un tipo de afrodisíaco femenino.
El 30/04/12 su casa en Belice fue allanada por la policía. Encontraron fuertes sumas de dinero en efectivo, equipo de laboratorio y armas de fuego y, para sorpresa de la policía, todo era legal. Sin embargo, durante el allanamiento la Policía mató a uno de los perros de McAfee y a él lo tuvieron bajo arresto por varias horas.
Su perro muerto era uno de varios perros ruidosos, odiados por sus vecinos y transeúntes de la playa, donde se ubicaba su casa. Uno de estos vecinos molestos era Greg Faull y a principios de noviembre, según McAfee, cuatro de sus perros fueron envenenados.
El 11/11/12 Faull apareció muerto en su casa con un disparo en la cabeza. La policía llegó a la casa de McAfee pero este supuestamente se enterró en la arena y cubrió su cabeza con un pedazo de cartón para evitar ser visto. Así empezó su fuga de la justicia beliceña, documentada por él mismo por medio de su blog www.whoismcafee.com y con la compañía de Rocco Castoro, editor de la revista Vice. Algunas autoridades beliceñas lo califican como el principal sospechoso del asesinato de Faull, mientras que otras lo señalan de ser una “persona de interés” en la investigación.
En diciembre, Castoro publicó una foto de McAfee tomada con un iPhone sin saber que la misma contenía las coordenadas de la ubicación donde fue tomada. Las mismas colocaban a McAfee en Río Dulce. McAfee intentó sacar la pata diciendo en su blog que todo era parte de una estrategia para despistar al enemigo, pero luego tuvo que aceptar que, en efecto, se encontraba en la tierra de los tamales.
Su primera acción fue contratar los servicios del controversial abogado Telésforo Guerra, quien ha estado haciendo hasta lo imposible para que a McAfee le sea otorgado el asilo político en Guatemala alegando una persecución política a su cliente en Belice. Cuando McAfee la vio peluda con lo del asilo, supuestamente tuvo dos infartos, que según su abogado no fueron mortales porque “practicaba yoga”.
Acertadamente, nuestro gobierno negó la petición y hasta el momento en que termino de escribir esta columna, McAfee sigue dando patadas de ahogado para no regresar a Belice. Veremos en qué termina esta novela, esperando que se convierta en el tema de alguna película de Quentin Tarantino.
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