EEUU: difunden en tribunal las llamadas al 911 de la masacre de Batman
EEUU: difunden en tribunal las llamadas al 911 de la masacre de Batman
08 de enero de 2013 • 08:24 PM
Un tribunal estadounidense escuchó el martes las frenéticas llamadas al
número de emergencias 911 que hicieron las víctimas en julio del año pasado
durante el tiroteo en un cine en Colorado (oeste) donde se estrenaba la última
secuela de "Batman", que dejó 12 muertos y 58 heridos de bala.
En la primera de las 41 llamadas que recibió la policía en un lapso de 10 minutos se escuchan claramente 30 detonaciones, que dificultan al operador del 911 entender lo que le dicen.
En otra, realizada seis minutos después de la primera llamada, Kaylin Bailey (de 14 años) le dice al operador que sus dos primos fueron tiroteados y que uno de ellos al parecer no respiraba.
"Necesitamos que le hagas respiración cardiopulmonar a tu primo que no está respirando", le dijo el operador. "No puedo escucharte", respondió Bailey, en medio del caos que tenía lugar en la medianoche del 20 de julio del cine Century 16 en la localidad de Aurora (cerca de Denver).
Las audiencias comenzaron el lunes con las desgarradoras descripciones de los policías que respondieron a la masacre.
El juicio preliminar en un tribunal en Centennial (otro suburbio de Denver) tiene por objeto determinar si James Holmes, presunto autor del tiroteo, puede ser enjuiciado.
Sus abogados podrían argumentar que el acusado es inestable psicológicamente y no es apto para ser juzgado.
La fiscalía, que de su lado busca demostrar que el ataque fue un acto premeditado e identificar a Holmes como el único tirador, terminó de presentar su evidencia el martes nombrando a las víctimas una por una.
Los fiscales acusaron a Holmes de dos cargos de asesinato en primer grado (con deliberación y con extrema indiferencia) por cada una de las 12 personas que murieron. Los 70 heridos, entre quienes figuran 58 heridos de bala y 12 heridos en el tumulto, resultaron cada uno en dos cargos de intento de asesinato (también con deliberación y con extrema indiferencia).
Se espera que el miércoles la defensa presente el estado psicológico de Holmes al momento del tiroteo.
Los testimonios del martes buscaron demostrar que Holmes es el atacante enmascarado que disparó esa noche contra el público del estreno de "The Dark Knight Rises", la última entrega de la serie del superhéroe Batman.
El supervisor federal de armas de fuego Steven Beggs dijo que el hombre de 25 años hizo al menos 16 compras entre mayo y julio de 2012, entre ellas cuatro armas y 6.300 rondas de municiones, además de artefactos explosivos.
Un experto en explosivos del FBI dijo además que Holmes había convertido su apartamento en una bomba de tiempo, como él mismo había dicho a la Policía al momento de su arresto, minutos después del ataque.
Cuando la Policía llegó al lugar, encontró carcasas de fuegos artificiales llenas de detonantes; tres contenedores de napalm "casero", 11 botellas llenas de gasolina y otros químicos inflamables y una alfombra empapada en gasolina.
Había tres sistemas elaborados para detonar la chispa. Uno de ellos era el control remoto de un carro de juguete, que Holmes había dejado en el edificio para atraer a alguien a jugar con él, y que en cambio detonaría una bolsa de basura dentro del apartamento.
Para demostrar la premeditación de la masacre, el policía Tom Welton atestiguó que Holmes escribió, en julio, a sus contactos de dos sitios de citas online: "¿Me visitarás en prisión?".
Este juicio preliminar coincide con el actual debate sobre la venta de armas en Estados Unidos, un recurrente tema que volvió a ponerse sobre el tapete cuando un joven asesinó el mes pasado a 26 personas, 20 de ellas niños, en una escuela primaria de Newtown, Connecticut (noreste).
En la primera de las 41 llamadas que recibió la policía en un lapso de 10 minutos se escuchan claramente 30 detonaciones, que dificultan al operador del 911 entender lo que le dicen.
En otra, realizada seis minutos después de la primera llamada, Kaylin Bailey (de 14 años) le dice al operador que sus dos primos fueron tiroteados y que uno de ellos al parecer no respiraba.
"Necesitamos que le hagas respiración cardiopulmonar a tu primo que no está respirando", le dijo el operador. "No puedo escucharte", respondió Bailey, en medio del caos que tenía lugar en la medianoche del 20 de julio del cine Century 16 en la localidad de Aurora (cerca de Denver).
Las audiencias comenzaron el lunes con las desgarradoras descripciones de los policías que respondieron a la masacre.
El juicio preliminar en un tribunal en Centennial (otro suburbio de Denver) tiene por objeto determinar si James Holmes, presunto autor del tiroteo, puede ser enjuiciado.
Sus abogados podrían argumentar que el acusado es inestable psicológicamente y no es apto para ser juzgado.
La fiscalía, que de su lado busca demostrar que el ataque fue un acto premeditado e identificar a Holmes como el único tirador, terminó de presentar su evidencia el martes nombrando a las víctimas una por una.
Los fiscales acusaron a Holmes de dos cargos de asesinato en primer grado (con deliberación y con extrema indiferencia) por cada una de las 12 personas que murieron. Los 70 heridos, entre quienes figuran 58 heridos de bala y 12 heridos en el tumulto, resultaron cada uno en dos cargos de intento de asesinato (también con deliberación y con extrema indiferencia).
Se espera que el miércoles la defensa presente el estado psicológico de Holmes al momento del tiroteo.
Los testimonios del martes buscaron demostrar que Holmes es el atacante enmascarado que disparó esa noche contra el público del estreno de "The Dark Knight Rises", la última entrega de la serie del superhéroe Batman.
El supervisor federal de armas de fuego Steven Beggs dijo que el hombre de 25 años hizo al menos 16 compras entre mayo y julio de 2012, entre ellas cuatro armas y 6.300 rondas de municiones, además de artefactos explosivos.
Un experto en explosivos del FBI dijo además que Holmes había convertido su apartamento en una bomba de tiempo, como él mismo había dicho a la Policía al momento de su arresto, minutos después del ataque.
Cuando la Policía llegó al lugar, encontró carcasas de fuegos artificiales llenas de detonantes; tres contenedores de napalm "casero", 11 botellas llenas de gasolina y otros químicos inflamables y una alfombra empapada en gasolina.
Había tres sistemas elaborados para detonar la chispa. Uno de ellos era el control remoto de un carro de juguete, que Holmes había dejado en el edificio para atraer a alguien a jugar con él, y que en cambio detonaría una bolsa de basura dentro del apartamento.
Para demostrar la premeditación de la masacre, el policía Tom Welton atestiguó que Holmes escribió, en julio, a sus contactos de dos sitios de citas online: "¿Me visitarás en prisión?".
Este juicio preliminar coincide con el actual debate sobre la venta de armas en Estados Unidos, un recurrente tema que volvió a ponerse sobre el tapete cuando un joven asesinó el mes pasado a 26 personas, 20 de ellas niños, en una escuela primaria de Newtown, Connecticut (noreste).
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