La
sangría de Facebook en la Bolsa es una realidad
“dolorosa” para la compañía, según habría comunicado Zuckerberg a sus empleados en una reunión que mantuvo a principios de mes. Los valores de la red social han cerrado la semana con la mitad del valor inicial con el que salieron al parqué de Wall Street, después de que se
levantara la primera de las restricciones que impedía poner en el mercado la mayor parte de las acciones de la empresa. Uno de los inversores que está detrás de la red social es
Microsoft, que cuenta con un historial de colaboración fuerte con la red social desde que en
2007 se hiciera con un 1,6% de la compañía por algo más de
180 millones de euros.
Desde entonces,
Microsoft ha integrado varios servicios dentro de la red social, como por ejemplo el
buscador y los
mapas de
Bing, la herramienta que trata de competir en el mercado con los servicios de Google (aunque de momento con escaso éxito). Más tarde, la propia compañía de Windows decidió
integrar Facebook en su servicio de correo Hotmail y en la plataforma de mensajería
Windows Live Messenger. El último paso de esta colaboración se producirá con la salida de
Windows 8, ya que la red social estará muy presente en las apps de
Contactos e
Imágenes y formará parte activa de la nueva experiencia de usuario de Windows.
El caso es que es tras esta inversión, la salida a Bolsa de Facebook se aventuraba como una excelente oportunidad para conseguir obtener beneficios. A pesar de los problemas técnicos que hicieron que la venta y compra de acciones de la red se convirtiera en un caos, Microsoft habría llegado a vender en la fecha inicial un 20% de sus acciones (6,6 millones de acciones) durante la jornada de apertura, una cantidad que giró alrededor de los 38 dólares y que está muy por encima de lo que ahora valen los títulos de la red en Bolsa (el viernes las acciones de Facebook cerraron con un valor de 19,05 dólares).
Gracias a estas ventas, Microsoft consiguió recuperar el dinero invertido por estas acciones y obtuvo un beneficio notable, ya que la venta podría haber alcanzado los 190 millones de euros, lo que significaría que la compañía de Windows ha conseguido recuperar el dinero que invirtió por la red social. Probablemente, la compañía estadounidense era consciente del peligro que suponían la salida a Bolsa de Facebook y por eso puso en el mercado una parte importante de sus acciones. Y es que, a pesar del entusiasmo inicial que rodeó esta salida, durante los días anteriores se revelaron algunos detalles que hacían presagiar que el precio de la red social se había inflado por encima de la realidad, sobre todo el reconocimiento de la empresa de Zuckerberg de que aún no sabían como rentabilizar su plataforma móvil.
Lo que no está tan claro es lo que hará Microsoft con el 80% restante de las acciones de la red social según se vayan levantando las barreras que impiden poner en el mercado todas las acciones de golpe, ahora que su valor ha caído a la mitad. Los más pesimistas le auguran un futuro negro al desempeño de Facebook en la Bolsa. Pero otros analistas hablan de que la apuesta por Facebook resultará rentable a largo plazo (tres o cuatro años), y es probable que la compañía de Redmond espere a que soplen vientos más favorables para vender sus acciones.
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