12 reglas básicas para ejercitar la mente y mejorar tus presentaciones
12 reglas básicas para ejercitar la mente y mejorar tus presentaciones
Ya he hablado en varias ocasiones de las aplicaciones prácticas a las presentaciones del libro de John Medina, como por ejemplo en Si tu presentación me aburre, no te prestaré más de 10 minutos de atención, en Tira tus viejas presentaciones en PowerPoint a la basura o en Una imagen en tu presentación dice más que mil palabras.
Ahora lo reseño en la sección de libros del blog tras haber sido traducido por fin al castellano.
Te preguntarás qué relación guarda con el arte de presentar un libro sobre el funcionamiento del cerebro. Muy sencillo: no esperes que el cerebro de tu audiencia se adapte a tu forma de hacer presentaciones; más bien, adapta tu forma de presentar a la manera como funciona el cerebro. ¿No te parece más lógico? Ahora bien, ¿sabes lo que está pasando dentro de tu cabeza?
¿Cómo aprende el cerebro? ¿Cómo le afectan el sueño o el estrés? ¿Es posible la multitarea? ¿Por qué olvidamos con tanta facilidad? ¿Son diferentes el cerebro masculino y el femenino? Haciendo gala de sencillez y humor exquisitos, el biólogo molecular John Medina, da respuesta a estos y otros muchos interrogantes sobre el objeto más misterioso y desconocido del universo, el cerebro humano, desmontando muchos de sus mitos, como el del hemisferio izquierdo frío y racional y el derecho intuitivo y creativo.
En el libro sintetiza y adapta para el público generalista 12 reglas para sobrevivir y medrar en el trabajo, en el hogar y en la escuela:
1. ¡Nuestros cerebros están diseñados para caminar 20 km al día! El ejercicio estimula la capacidad del cerebro. Si quieres mejorar tus habilidades mentales, ¡muévete! Y si quieres aumentar la atención y comprensión durante una presentación, ¡haz que muevan los pies!
2. El cerebro humano también ha evolucionado: no tenemos un cerebro, ¡sino tres! Nuestro aprendizaje se ve poderosamente influido por el entorno emocional y por la relación profesor-alumno.
3. Cada cerebro cuenta con un “cableado” diferente: lo que aprendemos a lo largo de nuestras vidas modifica físicamente nuestro cerebro, cada persona almacena y procesa la información de manera diferente. Cuanto más reducido sea el grupo al que te diriges, mejor podrás adaptarte a sus diferentes ritmos de aprendizaje y comprensión. Hay muchas formas de ser inteligente, la mayoría de las cuales no aparecen en las pruebas de inteligencia.
4. No prestamos atención a las cosas aburridas: sólo podemos centrarnos en una tarea cada vez. No hay nada como compartimentar tu presentación en pequeños módulos para mantener la atención de la audiencia.
5. Repetir para recordar: los primeros momentos de una experiencia de aprendizaje determinan la capacidad de recordar posteriormente el material. Ganas o pierdes la batalla de capturar la atención de la audiencia en los primeros 30 segundos.
6. Acordarse de repetir: la forma de afianzar la memoria a largo plazo consiste en incorporar nueva información gradualmente y repetirla a intervalos programados.
7. Dormir bien para pensar bien: la pérdida de sueño afecta a la atención, a las funciones cerebrales, a la memoria de trabajo, al humor, a las habilidades físicas, al razonamiento lógico e incluso a la destreza motora.
8. Un cerebro estresado no aprende igual: el estrés crónico, por ejemplo causado por hostilidad en el hogar o en el trabajo, desregula peligrosamente la liberación de adrenalina y cortisol de tu sistema defensivo corporal, evolucionado para tratar con respuestas inmediatas a corto plazo ante peligros serios pero pasajeros, como un tigre de diente de sable.
9. Nuestros sentidos evolucionaron para trabajar conjuntamente, lo que significa que estimular más sentidos al mismo tiempo ayuda a aprender mejor.
10. La visión triunfa sobre los demás sentidos: el aprendizaje mejora con imágenes en lugar de palabras, escritas o recitadas.
11. El cerebro de hombres y mujeres es diferente estructural y bioquímicamente, por lo que su comportamiento es diferente por ejemplo ante el estrés agudo
12. Somos grandes exploradores por naturaleza, nunca dejamos de crear nuevas neuronas y aprender nuevas cosas.
Así que ya sabes: diseña tus presentaciones con el cerebro en mente.
Gonzalo Álvarez Marañón.
http://manuelgross.bligoo.com/20120720-12-reglas-basicas-para-ejercitar-la-mente-y-mejorar-tus-presentaciones
Ya he hablado en varias ocasiones de las aplicaciones prácticas a las presentaciones del libro de John Medina, como por ejemplo en Si tu presentación me aburre, no te prestaré más de 10 minutos de atención, en Tira tus viejas presentaciones en PowerPoint a la basura o en Una imagen en tu presentación dice más que mil palabras.
Ahora lo reseño en la sección de libros del blog tras haber sido traducido por fin al castellano.
Te preguntarás qué relación guarda con el arte de presentar un libro sobre el funcionamiento del cerebro. Muy sencillo: no esperes que el cerebro de tu audiencia se adapte a tu forma de hacer presentaciones; más bien, adapta tu forma de presentar a la manera como funciona el cerebro. ¿No te parece más lógico? Ahora bien, ¿sabes lo que está pasando dentro de tu cabeza?
¿Cómo aprende el cerebro? ¿Cómo le afectan el sueño o el estrés? ¿Es posible la multitarea? ¿Por qué olvidamos con tanta facilidad? ¿Son diferentes el cerebro masculino y el femenino? Haciendo gala de sencillez y humor exquisitos, el biólogo molecular John Medina, da respuesta a estos y otros muchos interrogantes sobre el objeto más misterioso y desconocido del universo, el cerebro humano, desmontando muchos de sus mitos, como el del hemisferio izquierdo frío y racional y el derecho intuitivo y creativo.
En el libro sintetiza y adapta para el público generalista 12 reglas para sobrevivir y medrar en el trabajo, en el hogar y en la escuela:
1. ¡Nuestros cerebros están diseñados para caminar 20 km al día! El ejercicio estimula la capacidad del cerebro. Si quieres mejorar tus habilidades mentales, ¡muévete! Y si quieres aumentar la atención y comprensión durante una presentación, ¡haz que muevan los pies!
2. El cerebro humano también ha evolucionado: no tenemos un cerebro, ¡sino tres! Nuestro aprendizaje se ve poderosamente influido por el entorno emocional y por la relación profesor-alumno.
3. Cada cerebro cuenta con un “cableado” diferente: lo que aprendemos a lo largo de nuestras vidas modifica físicamente nuestro cerebro, cada persona almacena y procesa la información de manera diferente. Cuanto más reducido sea el grupo al que te diriges, mejor podrás adaptarte a sus diferentes ritmos de aprendizaje y comprensión. Hay muchas formas de ser inteligente, la mayoría de las cuales no aparecen en las pruebas de inteligencia.
4. No prestamos atención a las cosas aburridas: sólo podemos centrarnos en una tarea cada vez. No hay nada como compartimentar tu presentación en pequeños módulos para mantener la atención de la audiencia.
5. Repetir para recordar: los primeros momentos de una experiencia de aprendizaje determinan la capacidad de recordar posteriormente el material. Ganas o pierdes la batalla de capturar la atención de la audiencia en los primeros 30 segundos.
6. Acordarse de repetir: la forma de afianzar la memoria a largo plazo consiste en incorporar nueva información gradualmente y repetirla a intervalos programados.
7. Dormir bien para pensar bien: la pérdida de sueño afecta a la atención, a las funciones cerebrales, a la memoria de trabajo, al humor, a las habilidades físicas, al razonamiento lógico e incluso a la destreza motora.
8. Un cerebro estresado no aprende igual: el estrés crónico, por ejemplo causado por hostilidad en el hogar o en el trabajo, desregula peligrosamente la liberación de adrenalina y cortisol de tu sistema defensivo corporal, evolucionado para tratar con respuestas inmediatas a corto plazo ante peligros serios pero pasajeros, como un tigre de diente de sable.
9. Nuestros sentidos evolucionaron para trabajar conjuntamente, lo que significa que estimular más sentidos al mismo tiempo ayuda a aprender mejor.
10. La visión triunfa sobre los demás sentidos: el aprendizaje mejora con imágenes en lugar de palabras, escritas o recitadas.
11. El cerebro de hombres y mujeres es diferente estructural y bioquímicamente, por lo que su comportamiento es diferente por ejemplo ante el estrés agudo
12. Somos grandes exploradores por naturaleza, nunca dejamos de crear nuevas neuronas y aprender nuevas cosas.
Así que ya sabes: diseña tus presentaciones con el cerebro en mente.
Gonzalo Álvarez Marañón.
http://manuelgross.bligoo.com/20120720-12-reglas-basicas-para-ejercitar-la-mente-y-mejorar-tus-presentaciones
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