La casa de Versace en Miami, vendida en 31 millones Los propietarios explotarán la villa como un hotel. El diseñador murió a balazos a las puertas de la mansión en 1997 La mansión de Versace busca la paz El País Madrid 17 SEP 2013 - 17:23 CET Archivado en: Versace Gianni Versace Moda Empresas Confección Gente Economía Industria Sociedad Villa Casuarina, la que fue casa de Versace en Miami. / CORDON Recomendar en Facebook 11 Twittear 27 Enviar a LinkedIn 1 Enviar a Tuenti Enviar a Menéame Enviar a Eskup Enviar Imprimir Guardar La mansión que Gianni Versace tenía en Miami ya tiene nuevo propietario. Un grupo de inversores, entre ellos Jordache Enterprises, ha adquirido la villa por 41,5 millones de dólares (31 millones de euros). Tras la venta, que se realizó mediante subasta, Joe Nakash, portavoz del grupo adjudicatario informó de que la propiedad será convertida en un hotel y que planea intentar que mantenga su actual nombre. A la puja también acudió Donald Trump, que hizo la segunda mejor oferta. El diseñador murió en Miami a los pies de la escalinata de acceso a Casa Casuarina el 15 de julio de 1997. Venía de desayunar en el News Café, a unos pasos de su residencia, cuando el chapero Andrew Cunanan le descerrajó dos tiros en la cabeza. Desde entonces, como respondiendo a una leyenda maldita, el edificio del 1116 de Ocean Drive no ha encontrado la paz. Versace la había comprado en 1992 por 2,95 millones de dólares e invirtió 33 millones en adaptarla a la medida de sus sueños. Fue un capricho desde su construcción, en 1930. La puso en pie el arquitecto Alden Freeman, nieto de un tesorero de Rockefeller, para habitarla junto a su pareja, el paisajista Charles Boulton. La bautizó Casa Casuarina en homenaje al libro de relatos The casuarina tree, del exespía W. Somerset Maugham. Se inspiraron en el Alcázar de Colón, el edificio colonial que levantó Diego Colón, primogénito del descubridor de América, en Santo Domingo, en 1510. Tras la muerte del diseñador, cuando su hermana Donatella se decidió a venderla, borró el rastro de las incontables medusas, el logo de Versace, que la poblaban —aunque ahí sigue una gigante, en mosaico, dominando el jardín—-. Se la colocó en 2000 por 19 millones de dólares al magnate de las telecomunicaciones Peter Loftin. Nunca se había pagado tanto por una propiedad en todo el Estado de Florida. Y puso a subasta sus pertenencias, que alcanzaron los 10 millones. La casa ha sufrido muchos cambios. Uno de sus anteriores propietarios trató de convertir la mansión en un club social. Después, la abrió para tours guiados a 50 dólares la entrada. Y, finalmente, la transformó en un exclusivo hotel boutique, a unos 2.500 dólares la noche. En 2009, acuciado por problemas financieros, se lo alquiló al hotelero Barton G. Weiss. Pero este declaró la bancarrota el pasado 1 de julio, tras una prolongada disputa con Weiss y la familia Nakash, dueña de la firma de denim Jordache y acreedora de la deuda. Estos últimos le acusaron de inflar su valor para subir la cifra de venta. En mayo de 2012 su inmobiliaria dijo que valía 125 millones. Desde entonces, el precio ha caído en picado.

La casa de Versace en Miami, vendida en 31 millones

Los propietarios explotarán la villa como un hotel. El diseñador murió a balazos a las puertas de la mansión en 1997

Villa Casuarina, la que fue casa de Versace en Miami. / CORDON
La mansión que Gianni Versace tenía en Miami ya tiene nuevo propietario. Un grupo de inversores, entre ellos Jordache Enterprises, ha adquirido la villa por 41,5 millones de dólares (31 millones de euros). Tras la venta, que se realizó mediante subasta, Joe Nakash, portavoz del grupo adjudicatario informó de que la propiedad será convertida en un hotel y que planea intentar que mantenga su actual nombre. A la puja también acudió Donald Trump, que hizo la segunda mejor oferta.
El diseñador murió en Miami a los pies de la escalinata de acceso a Casa Casuarina el 15 de julio de 1997. Venía de desayunar en el News Café, a unos pasos de su residencia, cuando el chapero Andrew Cunanan le descerrajó dos tiros en la cabeza. Desde entonces, como respondiendo a una leyenda maldita, el edificio del 1116 de Ocean Drive no ha encontrado la paz. Versace la había comprado en 1992 por 2,95 millones de dólares e invirtió 33 millones en adaptarla a la medida de sus sueños. Fue un capricho desde su construcción, en 1930. La puso en pie el arquitecto Alden Freeman, nieto de un tesorero de Rockefeller, para habitarla junto a su pareja, el paisajista Charles Boulton. La bautizó Casa Casuarina en homenaje al libro de relatos The casuarina tree, del exespía W. Somerset Maugham. Se inspiraron en el Alcázar de Colón, el edificio colonial que levantó Diego Colón, primogénito del descubridor de América, en Santo Domingo, en 1510.
Tras la muerte del diseñador, cuando su hermana Donatella se decidió a venderla, borró el rastro de las incontables medusas, el logo de Versace, que la poblaban —aunque ahí sigue una gigante, en mosaico, dominando el jardín—-. Se la colocó en 2000 por 19 millones de dólares al magnate de las telecomunicaciones Peter Loftin. Nunca se había pagado tanto por una propiedad en todo el Estado de Florida. Y puso a subasta sus pertenencias, que alcanzaron los 10 millones. La casa ha sufrido muchos cambios. Uno de sus anteriores propietarios trató de convertir la mansión en un club social. Después, la abrió para tours guiados a 50 dólares la entrada. Y, finalmente, la transformó en un exclusivo hotel boutique, a unos 2.500 dólares la noche. En 2009, acuciado por problemas financieros, se lo alquiló al hotelero Barton G. Weiss. Pero este declaró la bancarrota el pasado 1 de julio, tras una prolongada disputa con Weiss y la familia Nakash, dueña de la firma de denim Jordache y acreedora de la deuda. Estos últimos le acusaron de inflar su valor para subir la cifra de venta. En mayo de 2012 su inmobiliaria dijo que valía 125 millones. Desde entonces, el precio ha caído en picado.

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